CONSUMO EN LOS ADOLESCENTES
Según Álvarez, Azofra y Cuesta, “el consumo es el gasto que los individuos
realizan en bienes y servicios” y “está condicionado por los niveles de renta”.
Los padres cubren las necesidades básicas de sus hijos adolescentes, de tal
forma que aquello que éstos consumen por y para sí mismos les sirve para cumplir
otros objetivos que no tienen que ver directamente con la supervivencia: divertirse,
reforzar su identidad, integrarse en el grupo, etc.
Se trata de un consumo que
cumple una función más bien personal.
Los adolescentes también participan
de manera activa en la adquisición de productos y servicios de consumo
familiar al comprar directamente ciertos bienes para el hogar y, sobre todo, a través
de una influencia cada vez mayor en el gasto que llevan a cabo sus mayores.
A la pregunta de qué consumen los adolescentes se puede responder
señalando que estos sujetos llevan a cabo un importante consumo personal
que no pretende cubrir necesidades básicas.
un consumo personal de tipo instrumental
o destinado a la supervivencia, sino de un consumo enfocado claramente
al ocio. Esto tiene una influencia indudable en la tipología de bienes consumidos
por ellos, que en la mayoría de los casos no se parecerá a la de otros grupos de
edad.
En este sentido, el estudio sobre jóvenes europeos pilotado por la agencia
de medios OMD412 en el año 2003 afirmaba lo siguiente:
El retraso en la independencia de los jóvenes hace que estén menos predispuestos
hacia un tipo de compra basado en la rutina. Son consumidores de
ocio (tanto productos como servicios) y la mayoría de sus compras son de
ropa de marca y productos duraderos. Consumen para ellos mismos sin límite
de tiempo. Comprar es una experiencia económica, social y una actividad
de ocio.
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